Un frente de tormentas casi simultáneas de agua, viento y pedrisco del tamaño de una avellana barrió durante la tarde de ayer amplias zonas de las comarcas leridanas de Les Garrigues, Pla d’Urgell y Segrià, provocando importantes daños en los campos de frutales. La de ayer ha sido la décima tormenta de granizo que castiga al campo leridano esta temporada.
Los municipios más afectados han sido Sudanell, Sunyer, Alfés, Seròs, Torres de Segre y Alcarràs (Segrià), Les Borges Blanques, Puiggrós, Arbeca y Juneda (Garrigues) y Mollerussa, Vila-sana y Miralcamp (Pla d’Urgell). Algunas de estas poblaciones ya habían resultado damnificadas por el granizo descargado por otras tormentas desde finales de mayo.
El coordinador territorial de Unió de Pagesos en Lleida, Josep Maria Companys, ha calificado de “bestial” la granizada que descargó ayer sobre las comarcas de Lleida y que afectó mayoritariamente a la fruta dulce como melocotones, nectarinas y albaricoques.
En una estimación aproximada del daño causado por la piedra, Companys dice que podría rondar las 4.000 hectáreas, algunas de ellas con afectaciones del 100 %, como en el caso del municipio de Sunyer.
El titular de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, ha avanzado que el departamento ya ha iniciado todos los trámites para agilizar el peritaje inminente y ha pedido a Agroseguro que sea un peritaje que se adecue a los daños registrados tanto en la producción como en el árbol.
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